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Las fachadas ventiladas son como la segunda piel de un edificio que recubre su parte exterior. La separación de la parte interior de la exterior en este tipo de fachadas se puede llevar a cabo con distintos tipos de revestimientos o materiales.

Los más comunes son la piedra natural como la caliza, arenisca, mármol, travertino, pizarra o granito. También el gres, la cerámica extrusionada, el composite, el fibrocemento, o la madera natural y sus derivados, así como el aluminio, el zinc o el vidrio.

La colocación de una fachada ventilada, además de recubrir el edificio o vivienda con una estética que estará definida por el material que utilicemos, le aporta un aislamiento acústico y térmico que reduce el gasto energético, protege de la humedad y la condensación, así como del agua de lluvia.

Su implementación también tiene otras ventajas, como darle un valor añadido al edificio al ser un sistema sostenible, ser muy resistente y duradero en el tiempo y no requerir apenas de mantenimiento gracias a los materiales que hoy en día existen en el mercado.

Facahada en vidrio mate y transparente

Partes de una fachada ventilada.

Las partes de una fachada ventilada se pueden establecer como:

  • Material base. Las fachadas ventiladas se componen de un material base que puede ser estructural, es decir, que la carga de la propia fachada la soportan las vigas, pilares, muros de cargas, etc. Este material base también puede ser no estructural, que no forma parte de la estructura del edificio. En este caso, su instalación debe garantizarse con la fijación sobre los frentes del forjado de las cargas verticales (sustentación), que son las que soportan el peso del conjunto y la carga de viento, y al muro soporte no estructural las cargas horizontales (retención), que soportan solo la carga de viento.
  • Aislamiento térmico. El material para revestir el interior de la fachada ventilada con un aislante, puede estar fabricado con distintos materiales como el corcho, poliestireno, lanas minerales, poliuretano, celulosa, etc. Todos ellos deberán cumplir el reglamento de protección contra el fuego.
  • Cámara de aire. Sirve para regular la temperatura de la fachada. Está situada entre la cara exterior del aislante y la cara oculta del revestimiento. En verano, cuando la temperatura de esta cámara aumenta, se produce el efecto chimenea, saliendo el exceso de calor por la parte superior y entrando el aire frío por la inferior. En invierno, al no calentarse por las altas temperaturas, la cámara no se renueva, por lo que acumula el calor potenciado por la capa de aislamiento térmico.
  • Subestructura. Se trata de un sistema constructivo donde se fija, mediante ménsulas, anclajes y perfiles tanto verticales como horizontales de distintos tipos, la hoja exterior del revestimiento, teniendo en cuenta tanto la retención y la carga de las piezas, para asegurar en todo momento la perfecta sujeción.
  • Fijación del revestimiento. Para fijar al muro o estructura del edificio la fachada ventilada con total seguridad se necesita de un sistema de fijación también homologado para el revestimiento elegido. Este puede contener distintos elementos que pueden ser mecánicos o químicos. Desde cables, guías, tornillos, remaches, grapas, adhesivos elásticos, perfiles, mortero, placas autoportantes, abrazaderas, …
  • Revestimiento. Los revestimientos de las fachadas ventiladas pueden estar compuestos por paneles o placas fabricados con distintos materiales, cerámica, piedra, metales, polímeros, plásticos y vidrio.

Facvhada ventilada en vidrio curvo

El vidrio en las fachadas ventiladas.

El vidrio como material para las fachadas ventiladas permite en aquellos edificios o viviendas que lo eligen como revestimiento, el paso de la luz natural al interior, que la visión del exterior este siempre presente, una mejora del aislamiento acústico y térmico y un diseño moderno y totalmente personalizado.

Arquitectos y diseñadores, tienen en el vidrio un aliado para llevar a cabo sus proyectos de fachadas de cristal sostenibles, ya que parten de un material ecológico, 100% reciclable y con una gran variedad de propiedades para que se puedan ajustar a las necesidades que requiera el edificio.

Los vidrios para las fachadas ventiladas se pueden elegir con distintas propiedades, desde vidrios fotovoltaicos, antirreflectantes, curvos, insulados (que impide la entrada de algo en un espacio cerrado), grabados, de colores, etc.

Una de las propiedades que no pueden faltar en los vidrios para fachadas es que sean vidrios autolimpiables, ya que el ahorro conseguido al carecer de mantenimiento aún será mayor para nuestra empresa o vivienda.

Fachada ventilada en oficinas

Todos los componentes de las fachadas ventiladas deben de ser estudiados adecuadamente para que estos sean compatibles y el orden de ejecución de la fachada sea el adecuado. Este tipo de instalaciones requieren de una precisión milimétrica llevada a cabo por profesionales y de unos componentes de altísima calidad para que den como resultado fachadas ventiladas, seguras, duraderas, resistentes y de una cuidada estética.

En Vidreglass trabajamos junto a arquitectos, proyectistas y constructores para que la ejecución y el posterior mantenimiento de las fachadas ventiladas de vidrio, tanto en nueva planta de edificación, restauración o rehabilitación, sean un éxito desde el mismo momento de su concepción.

Imágenes gentileza de Pixabay

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